Las denominadas bebidas energéticas, combinan por lo general los estímulos de la taurina y la cafeína como elementos preponderantes, e intensifican la potencia de las contracciones cardíacas, según concluyeron investigadores de la Universidad de Bonn, en un trabajo que presenta la Sociedad Radiológica de Norteamérica.
Voluntarios hombres y mujeres, con una edad promedio de 27 años, aceptaron someterse a una resonancia magnética antes y después de consumir 100 mililitros de una bebida energizante, con 100 miligramos de taurina y 32 miligramos de cafeína, la media de las que se expenden comercialmente.
Los expertos advierten que las consecuencias aún se desconocen
El estudio de resonancia posterior al consumo presentó un “aumento significativo de los picos de tensión y mayores picos de tasas de tensión sistólica (mediciones de la contractilidad) en el ventrículo izquierdo”, dice el informe.
Esta mayor potencia de las contracciones cardíacas, fue considerada de contraindicación importantes para quienes tienen arritmias u otros problemas del corazón, así como entre los menores de edad, planteándose la necesidad de nuevas investigaciones.
“En realidad no sabemos exactamente si este incremento de la contractilidad del corazón tiene algún impacto en las actividades diarias o en el rendimiento deportivo”, agregó el profesor Jonas Dörner, de la universidad alemana.
Los expertos evaluaron también la problemática generada por el consumo de estas bebidas combinadas con alcohol, llegando a la conclusión que las posibilidades de desarrollar arritmias, aumentan en relación directa con la ingesta de ambas. “Cuanto mayor sea la potencia contráctil, mayor riesgo habrá de desarrollar una arritmia”, advierten