Este jueves, los líderes mapuches chilenos en prisión finalizaron la huelga de hambre que mantenían desde hace 39 días, tras alcanzar un acuerdo con el ministerio de Justicia de esa nación suramericana.
Cristian Levinao, Luis Marileo y Leonardo Quijón terminaron la huelga de hambre luego de 39 días, mientras que un cuarto mapuche privado de libertad, Cristian Curinao, la depuso tras haber permanecido sin comer desde el pasado domingo.
Los líderes mapuches abandonaron la medida luego de que sus familiares alcanzaran un acuerdo con el director regional de Gendarmería -en representación del ministerio de Justicia- y que éste se comprometiera a una revisión de sus penas.
"El gobierno se comprometió con fecha para que esto se solucionara, principalmente el tema de revisión de las causas", expresó Freddy Marileo, portavoz de los mapuches, a medios locales.
Levinao fue condenado a 10 años por robo con intimidación, vinculado al conflicto mapuche en la comuna de Ercilla, en el sur de Chile, mientras que Marileo y Quijón fueron condenados por homicidio.
Los mapuches alegan que en los juicios en que fueron condenados se utilizaron testigos secretos, una medida que sólo se emplea en los procesos bajo una severa ley Antiterrorista, impuesta bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los mapuches en huelga de hambre exigían igualmente el indulto para Mariano Llanca Tori, por sufrir, según dicen, una enfermedad terminal. Sin embargo, esta petición no fue confirmada, aunque el gobierno se comprometió a evaluar su estado de salud y a estudiar posteriormente su situación.
Indígenas mapuche reclaman devolución de tierras
La comunidad mapuche, considerada como la etnia indígena con mayor población de Chile, demanda desde hace más de una década la restitución de tierras en La Araucanía (sur). Los mapuches enfrentan a los agricultores y empresarios por la propiedad de tierras que son consideradas por los nativos como ancestrales.
Para este pueblo originario, la autodeterminación debe consistir en un régimen autonómico y que los tratados se deben respetar y cumplir de buena fe, a tono con dos pactos de 1823 y 1825 que reconocen a ese pueblo originario como una comunidad, con frontera definida.
Los mapuches suman unas 700 mil personas sobre una población de 16,5 millones de habitantes, con niveles de pobreza que casi doblan al resto del país.
La lucha de los mapuche, población indígena más grande de la región no ha cesado desde que el Estado intentara intercambiar sus tierras por dinero mediante Ley Araucanía de Chile. Los nativos se han movilizado en las calles de Temuco y otras poblaciones del país para hacer escuchar el reclamo de sus derechos, lo cual ha generado un conflicto con las autoridades.