Maltratan a abogada en Inspectoría PNP



Las trabas al derecho de defensa y las vulneraciones al debido proceso parece que son una constante en la Policía Nacional del Perú (PNP), señaló la abogada Angie Gamarra Carbajal, a quien con malacrianzas no le entregaron copias simples de sus patrocinadas que están sometidas a investigación en la Oficina de Disciplina Nº 3 de la Insectoría de la Institución.

Se trata del equipo de policías femeninas presuntamente inmiscuidas en irregularidades durante un reciente viaje que realizaron a Colombia para un evento de capacitación y liderazgo antidrogas que contó con el patrocinio de la Embajada de los Estados Unidos.

EXPRESO  publica este caso para ejemplificar el vía crucis que deben pasar los usuarios de la PNP para hacer valer sus derechos, incluso en la defensa ante eventuales faltas de conducta, o ante cualquier reclamo, sea por problemas de violencia contra la mujer u otro tipo de abusos que proliferan en nuestro medio.

Resulta que el viernes 31 de marzo Angie Gamarra Carbajal ingresó a las oficinas de de Inspectora de la PNP, ubicada en la cuadra cinco de la avenida Aramburú, Surquillo, a recabar –en el término de ley– las copias del expediente de la teniente PNP Katia Sucety Díaz Mego para completar la documentación de su caso y armar su defensa.

El primer agente que atendió a la profesional del Derecho fue el suboficial de apellido Quispe, quien sin poder darle solución a su pedido la envió donde el mayor PNP Segundo Urbina Pizarro.

Urbina tampoco dio ninguna salida a la solicitud de las copias simples porque retornó a la doctora Gamarra donde el mismo suboficial Quispe.

Según la versión de la afectada, y así consta en la queja que presentó ante la jefatura de la Inspectora General de la PNP, Quispe llamó al brigadier Moreno para que se hiciera cargo del impase. Este agente le dijo con tranquilidad que esperara porque de todas formas le entregaría los papeles pedidos.

Pero no lo concretó y en ese momento entra a tallar nuevamente el mayor Urbina, pero para cuestionar la entrega de la documentación, no obstante que dicho trámite está en su plazo de  ley.

Ante la insistencia de Angie Gamarra, el citado oficial entró y salió malgeniado de una de las oficinas en reiteradas oportunidades, pero al final cuestionó el pedido de la letrada, lo cual es inusual.

Luego, al parecer recapacitó y le propuso entregarle las resoluciones de apertura disciplinaria de otros dos casos de las agentes que también viajaron a Colombia, de la suboficial PNP Sarita Lisbeth Rojas y de la comandante PNP Alina Zegarra, pero ella no lo aceptó porque sería irregular.

Y es que el trámite legal ordena que la dependencia policial debe entregar dicha documentación en el domicilio procesal, es decir en el estudio jurídico Santiváñez Antúnez Abogados a la que pertenece Angie Gamarra, para a partir de ahí contabilizar el plazo de diez días para entregar los descargos.

Ante este embrollo y los reclamos reiterados de la abogada por un asunto tan sencillo, como es la entrega de copias simples de un expediente que no pasa de cien hojas, habiendo pasado más de dos horas de “peloteo”, Urbina Pizarro, quien hacía coordinaciones con sus superiores, como única respuesta le dijo que le entregará su pedido el lunes.

Eran cerca de las cuatro de la tarde. Es cuando Gamarra le solicita que hable con su jefe, el coronel PNP Édgar Aybar Canales, quien está a cargo de la investigación, pero le responde que no se encuentra en su oficina y que no puede llamarlo porque está en diligencia.

“¿A qué horas viene el coronel?”, pregunta la visitante, solicitando una vez más que por favor lo llamara porque “nos están negando el derecho a la defensa”. “Nos niegan a saber por qué se les está investigando”.

Urbina afirmó que no sabía a qué horas retornaría su jefe y que de todas formas ella debería regresar la próxima semana.

En tales circunstancias, Gamarra Carbajal no tuvo otro recurso que plantear el levantamiento de un acta en que constara que el mayor Urbina le estaba negando ese derecho a informarse del tema. ¿O es que tiene algún interés?, le interrogó.

Urbina siguió con la cantaleta de que si no estaba el coronel Aybar, se entregará las copias “el lunes pues”.

En medio de este tira y jale recién llegó Aybar cerca de las 4:20 de la tarde, con cara de pocos amigos, y después de escuchar a su interlocutora le dijo que “yo soy el jefe acá, y yo se lo voy a entregar [el expediente] el lunes”.

La legista, que no quería ver su tiempo perdido en un asunto tan elemental del derecho de defensa, le hizo saber que está incurriendo en una conducta irregular, con mayor razón si no le han dado ningún tipo de explicaciones válidas para tal dilación.





“No le voy a entregar las copias hoy, le voy a entregar el lunes porque quiero”, dijo desafiante el coronel Aybar.

Ante esta petulancia, Gamarra Carbajal, conteniendo su ira, le solicitó nuevamente alguna razón valedera del porqué no le entregaba esos papeles y lo postergaba. O en todo caso por qué motivos quería dejar a sus patrocinados en un estado de indefensión.

Como no obtuvo respuesta de Aybar, la dama le solicitó su nombre completo.

–Édgar Aybar Canales–, respondió.

–Y el mayor [Urbina] cómo se llama –preguntó la abogada.

–Pregúntele a él.

La defensora le volvió a hacer la misma pregunta y nuevamente se negó a dar el nombre, y tras consultarle si era jefe del tal Urbina, vaciló unos segundos y dijo que “no”, para luego estallar en ira.

–¿Usted es fiscal o qué? –bramó, alzando la voz el coronel.

–Usted no me puede hablar así –retrucó Gamarra.

–Vaya a preguntarle [a Urbina], ahí está –añadió prepotente.

Al finalizar, palabras más, palabras menos, Aybar quiso zanjar la conversación con esta frase: “No tengo que darle explicaciones a usted”.

Y se acabó el debate.

14 minutos
La denuncia de Angie Gamarra tiene como testigo a María Echegaray Sotomayor y como prueba un audio (CD) de más de 14 minutos que contienen las expresiones torpes del oficial Édgar Aybar Canales.

Que lo cambien
Angie Gamarra Carbajal denunció por inconducta funcional al coronel PNP Édgar Aybar Canales y el mayor PNP Segundo Urbina Pizarro, oficiales de la Oficina de Disciplina Nº 3 de la Inspectoría de la institución. “El coronel Aybar debe ser cambiado de la investigación porque no muestra imparcialidad”, reclamó Gamarra.

Experiencia ingrata
Entre el 30 de abril y el 11 de mayo, doce mujeres de la PNP participaron en el Curso de Entrenamiento sobre Liderazgo en la lucha antidrogas, actividad que fue subvencionada por la embajada de los Estados Unidos en coordinación con la PNP y la Policía colombiana. Hay un informe sobre presuntas inconductas de la comandante Lourdes Rosales Landa, directora de la escuela de suboficiales de Moquegua. También la mayor Karen Aguilar Escalante, jefe del área académica de la escuela de suboficiales de San Bartolo, Lima, quien ni pagó gastos del hotel. Es de subrayar que ninguna de las 12 participantes entregó su reporte de evaluación académica y otros documentos acordados.

‏”Traten bien”
“Con todo respeto Sres de la @PoliciaPeru , antes de un tuit , necesitamos que ustedes como institución se pongan las pilas para que en las comisarías, ciertos policías traten bien a las mujeres que hacen denuncias, preocúpense en eso”, reclama la tuitera Susan D ante una marcha de apoyo a las mujeres violentadas.

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