La sexta Fiscalía superior penal ha solicitado seis años de prisión para el actual director del Diario El Comercio, Fritz Du Bois, y su esposa Cayetana Aljovin por estar involucrados en el irregular salvataje del fenecido Banco Latino, que le costó más de 400 millones de dólares al Estado.
En el Perú, este país de las oportunidades perdidas, si un vigilante de Prosegur se roba un camión, éste va, con total justicia, 20 años a la cárcel.
Pero si cacos con saco y corbata -y en algunos casos con blusa y falda- le birlan al Estado 401 millones de dólares, los culpables siguen veraneando en Asia y hasta son directores de importantes diarios o continúan en la administración pública a la que contribuyeron en desfondar.
Solo en este país puede pasar algo así. El Congreso de la República nombró el 2002 una comisión para investigar los delitos económicos cometidos entre 1990 y el 2001; es decir, durante la época del gobierno de Fujimori.
Uno de los temas investigados fue el irregular proceso de salvataje del Banco Latino (BL). Cayetana Aljovín Gazzani, Fritz Du Bois Freund, Jorge Picasso Salinas, Enrique Salinas Patrón y Alfredo Raffo Castillo.
Son algunos de los nombres que la Comisión que investigó el caso del BL señaló como responsables del irregular salvataje de dicha entidad bancaria, que le costó al Perú 401 millones de dólares, de los que sólo se ha recuperado 13 millones.
O sea, el 3.25%. La Comisión que presidió el congresista Javier Diez Canseco e integraban Walter Alejos Calderón y Máximo Mena Melgarejo, recomendó que debía formularse denuncia penal por los delitos de Estafa al Presidente del Directorio del Banco Latino y Presidente del Directorio de Inversiones Latinas Jorge Picasso Salinas.
Lo mismo que a Félix Navarro Grau, Ricardo Malachowski Benavides, Julio Pflucker Arenaza y Alfredo Raffo Castillo, también directivos del Banco Latino.
Ellos no fueron los únicos acusados de estafa y del delito de Concentración Crediticia sancionado por el artículo 244 del Código Penal.
También se incluyeron a funcionarios del Estado tanto del Ministerio de Economía y Finanzas, de la Superintendencia de Banca y Seguros así como de la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE).
A quienes incluso se les añadió el delito de Malversación Agravada en calidad de autores de dichos delitos. Cuando se produjo la operación de “salvataje” del Banco Latino, Fritz Du Bois era funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas y se desempeñaba como jefe de asesores del ministro Jorge Camet y luego de Jorge Baca Campodónico.
Su esposa, o sea Cayetana Aljovín, era la Secretaria General del ministerio y ambos, cuando salían de despachar con Camet, se iban a sentar al directorio del COFIDE, entidad bancaria del Estado Peruano.
Funcionarios ciegos. Al comenzar los años noventa, los bancos empezaron a proliferar en nuestro país. Nuevas inversiones extranjeras y leyes apropiadas, sumadas a la perversa liquidación de la banca de fomento se aprovecharon para canalizarrecursos del Estado a favor de los privados.
Es así que nace, entre otros, el Banco Latino de propiedad de la familia Picasso, productora de pisco en Ica.
Desde sus inicios, el BL se trató de un proyecto financiero-familiar en donde se concentraba los créditos a favor de empresas vinculadas al grupo de los propietarios y de quienes integraban el directorio.
El BL se empezó a hacer conocido no sólo por sus comerciales, sino por los préstamos de favor como había ocurrido en el pasado con el Banco Comercial del Perú y el Banco de la Industria de la Construcción, que terminaron quebrados.
A partir de 1996, ya eran evidentes los síntomas de descomposición en el BL: sus directores se daban la gran vida, pero la SBS detectó que la cartera pesada llegó a 13 % mientras que el promedio del sistema bancario era del 8%.
En el año siguiente su cartera peligrosa era de más del 14 % y seguía en aumento mes a mes.
Ese año, el indicador de compromiso patrimonial del banco creció hasta llegar al 70%. Es decir, tres veces más que el promedio del sistema bancario que apenas llegaba al 23%.
Esto era no sólo conocido por la SBS, los directores y gerentes del Banco Latino, sino por las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas a quienes los Picasso agasajaban constantemente como se puede apreciar en las notas sociales de la época.
Incluso el presidente del Directorio, Jorge Picasso Salinas, viajaba en delegaciones oficiales del Gobierno como representante de la CONFIEP y modelo del empresario peruano.
En mayo de 1997, el indicador de compromiso patrimonial del Banco Latino subió a una cifra nunca antes vista: 82.4%, mientras que el promedio del sistema era de 26% de patrimonio de los bancos expuesto por la cartera deteriorada no cubierta por las provisiones.
Con esas cifras, en cualquier lugar del mundo ya habría sido declarado en quiebra esa entidad bancaria y sus directores estarían procesados o presos.
Sin embargo, gracias a sus amistades en el Gobierno y en particular
en la SBS, el BL seguía hundiéndose.
La SBS dejó pasar más de 12 meses entre visita y visita de inspección para no tener que poner en blanco y negro lo que se sabía de sobra. El BL estaba quebrado y no, como quisieron hacer creer, por factores externos:
La crisis asiática comenzó en octubre de 1997 cuando ya la cartera deteriorada debía estar por el 30% y el Fenómeno de El Niño se dio a inicios de 1998.
Principio del fin. Cuando recién en junio de 1997 la SBS realizó la visita de inspección que había estado dilatando intencionalmente, le advierte al banco de que su cartera deteriorada estaba en un nivel peligroso, que existían créditos a empresas que estaban vinculadas a los miembros del directorio.
Lo que es un delito, pero los representantes del BL negaron tales vinculaciones.Aumentaba la responsabilidad el hecho de que las empresas vinculadas no habían otorgado garantías para los créditos.
Inversiones Latinas S.A. tenía en común con el Banco Latino al presidente del directorio: Jorge Picasso Salinas. También a directores como Félix Navarro Grau, pero ambos juraban que ni siquiera se conocían.
Es decir, cuando Jorge Picasso aprobaba un préstamo del banco para Inversiones Latinas S.A. el cheque lo recibía el mismo Jorge Picasso, pero, según él, no sabía nada ni tenía, vinculación alguna, lo que no tenía, era vergüenza, por supuesto.
Durante setiembre de 1997, el Banco Latino otorgó créditos a 23 personas por 17 millones de soles, sin sustento de capacidad de pago de los que recibieron el dinero, sin informe previo sobre aprobación del crédito, ni tampoco la documentación de la persona:
Muchos de ellos eran accionistas, directores o funcionarios de la empresa ARGOS S.A. En ARGOS S.A los apoderados son Rafael y José Picasso Salinas, la relación de éste último con el presidente del directorio del BL es obvia.
Al llegar la crisis externa al Perú en 1998, ya la situación del BL era insostenible y es aquí que ocurre el primer favor de sus amigos, pero claro, con la plata de todos los peruanos.
El Banco de la Nación, cuyo directorio es nombrado por el MEF, le hizo una primera inyecciónde capital de 220 millones de dólares, dizque para recuperar la confianza en el sistema, pero todos sabían que era para tratar de ocultar lo inocultable: que los Picasso estaban en la ruina.
La SBS recomendó tardíamente que los principales accionistas, es decir los Picasso, deberían realizar aportes de capital para salvar al banco, así como cobrarles a las empresas vinculadas a ellos. Pero, ni tontos que fueran, al ya tener un ofrecimiento de sus amigotes desecharon esa sugerencia.
Para que eso ocurriera se necesitaba una ley que modificara la ley de bancos y fue así que desde el ministerio de Economía donde estaban Du Bois y Aljovín salió la norma con nombre propio que se aprobó en tiempo record en el Congreso: menos de 24 horas necesitaron para promulgar la Ley 27008, el 4 de diciembre de 1999.
Apoyaron la aprobación de esta norma llamada “Ley Picasso”, pero una revisión del debate, tanto en comisión como en el pleno, arroja sorpresas sobre la participación de conspicuos miembros de la oposición en la aprobación de esa ley.
Por esa norma, la SBS podía invitar a terceros a adquirir acreencias del Banco Latino. La primera invitada del superintendente Martin Naranjo fue la COFIDE, algo que ya se sabía de antemano al comprobarse que tenían actas con fechas anteriores incluso a la norma.
El directorio de la COFIDE aprobó el 8 de diciembre de 1998, es decir cuatros días después de promulgarse la ley y dos días después de recibir la invitación de la SBS, aportar 5 millones de dólares de capital en efectivo y 54 millones en capitalización de acreencias, lo que convirtió a esa institución en el accionista mayoritario del Banco Latino.
Los liberales no dijeron nada entonces. No se escuchó una sola voz de protesta de los que hoy se rasgan las vestiduras cuando, por ejemplo, PETROPERU anuncia la compra de un grifo.
Claro, toda la maquinaria estaba perfectamente aceitada y cualquier otro Picasso podía necesitar esa ayudita de sus amigos del gobierno.
Si hay generales y almirantes procesados desde hace catorce años por haber autorizado que la Caja de Pensiones Militar Policial le preste a una empresa 3 o 4 millones de soles preste para ellos 12 años de prisión.
¿cuántos años merecerían quienes le regalaron al Banco Latino, léase Picasso, 401 millones de dólares y para ello incluso dictaron una ley? Picasso y Du Bois no eran personas ajenas, pues ambos pertenecían al Instituto Peruano de Economía, una ONG surgida con aportes del Banco Mundial en los años de Fujimori.
Ministro solidario. Si el Perú alguna vez quiere ser un país digno, donde se aplique la justicia, se cumpla la ley y los pobres vean que quienes robaron el dinero del pueblo son castigados, debe atenderse el pedido de la sexta fiscalía superior penal que ha pedido seis años de prisión para Fritz Du Bois y Cayetana Aljovín.
Si bien la cifra que ha pedido por reparación civil (60 mil soles) es insignificante, la petición del fiscal superior Aldo Cairo Pastor, en vista del perjuicio de millones de dólares causado al Perú, es, por lo menos, un paso adelante a fin de escarmentar a quienes aprovechando un cargo público benefician con el dinero ajeno a sus amigos.
Hay que destacar la valentía de este fiscal que se ha atrevido a enfrentarse con los poderosos, incluido el hoy director de El Comercio.
Puede ser que nuestros modernos Bonnie and Clyde -Cayetana y Fritz- no hayan recibido ni un centavo de los Picasso por todo el dinero que le dieron a su banco, pero el sólo hecho de disponer del dinero del Estado para favorecer a un particular debe penarse ejemplarmente.
Peor todavía si no es posible recuperar ese dinero, mientras que millones de peruanos claman por salud, educación, agua y luz.
Solidaridad con cayetana. Como si Du Bois y Aljovín estuvieran en la miseria, el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, se compadeció de ellos y decidió contratarabogados para que defiendan a doña Cayetana, seleccionando a dedo al estudio delabogado César Azabache Caracciolo quien antes defendió al Estado como procurador.
Cosas de la vida, hoy Azabache defiende a Cayetana Aljovín en contra del Estado por la módica suma de 118 mil nuevos soles, cifra que habrá que agregarla al monto no recuperado hasta el momento por el “salvataje” del Banco Latino y se le contrató como servicio personalísimo.
Luego de que, según refiere el director de la oficina de Abastecimientos del Ministerio de Economía, Luis Ingunza Pando, le pidió a varios estudios cotización y nadie le respondió.
Sólo Azabache contestó el requerimiento del MEF, y claro, le resultaba más lucrativo defender a quienes antes debió haber denunciado por el mísero sueldo de procurador.
Es probable que para la elección de Azabache haya pesado su CV y su conocimiento del monstruo por dentro al haber sido abogado del Estado hace unos años y haber defendido luego casos similares como el del “Salvataje” del Banco Wiese en donde, según lo dice su propia página del estudio.
Logró la absolución de los inculpados apelando a un informe de Roberto Abusada y Hernán Garrido Lecca, quienes confirmaron que de no haberse avalado ese salvataje, el Estado habría perdido más dinero del que perdió .
Quienes mejor que Abusada y Garrido Lecca para saber lo que es la pérdida de dinero del Estado. Baste con recordar el caso AEROPERU y a Fortunato Canaán.
Sería interesante conocer si en el caso del salvataje del Banco Wiese también el Estado le pagó los honorarios a Azabache y cuánto le viene costando al país la defensa de ex funcionarios por procesos penales en su contra.
El actual director del diario El Comercio, Fritz Du Bois, no sólo salvó a Picasso, también a otros accionistas del Banco Latino como Graña y Montero Inversiones S.A., representada por José Graña Miro Quesada, quien al parecer no debe haberles contado a los demás accionistas del diario dónde conoció a Du Bois. ¿O sí?
Foto: Difusión.
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